sábado, 25 de agosto de 2012

"Arreola por Wolfgang Vogt", reseña publicada en la "Gaceta del CUSur", en marzo de 2008, sobre el libro "La recepción de la cultura europea en el pensamiento de Juan José Arreola" (2006), de Wolfgang Vogt y Lourdes Celina Vázquez Parada


El más reciente título del doctor Wolfgang Vogt, en coautoría con Lourdes Celina Vázquez Parada, resulta un fresco reencuentro con la magistral obra de Juan José Arreola. El libro en cuestión, La recepción de la cultura europea en el pensamiento de Juan José Arreola (2006), está editado por la Universidad de Guadalajara, dentro de la colección Producción Académica de los Miembros del Sistema Nacional de Investigadores.
Wolfgang Vogt es un crítico e investigador de las letras de Jalisco, cuenta con una numerosa bibliografía dedicada al quehacer de la literatura regional. Anteriormente, Vogt había publicado un texto sobre otro escritor coetáneo de Arreola: Juan Rulfo y el Sur de Jalisco (1994), libro que está emparentado con el trabajo que ahora nos ocupa, pues los dos se adentran en las lecturas que ambos escritores realizaron e influyeron de manera significativa en sus obras.
La recepción… reúne impresiones del investigador alrededor del libro de entrevistas, realizadas entre 1983 y 1991, Los apuntes de Arreola en Zapotlán (2004), de otro escritor oriundo de Zapotlán El Grande, Vicente Preciado Zacarías, en donde “Juan José Arreola se presenta como un erudito profesor de literatura poseedor de una vasta cultura general, y comenta a su amigo Vicente Preciado acerca de autores y obras que para él fueron fundamentales en el desarrollo de su narrativa y pensamiento.”
La recepción… contiene ocho textos unidos a partir de la lectura del libro de Preciado Zacarías. Algunos de éstos son: “Los Apuntes de Arreola en Zapotlán, de Vicente Preciado Zacarías”, “Juan José Arreola y Juan Rulfo”, “La recepción de la obra de Arreola en Alemania”, “Los poetas preferidos de Juan José Arreola” y “La recepción de la literatura europea en la obra de Juan José Arreola”.
En “La recepción de la obra de Arreola en Alemania”, Vogt nos informa sobre el recibimiento que ha tenido la obra del escritor jalisciense en el país teutón. A través de estas páginas nos damos cuenta de la importancia que representan las breves obras de Arreola, no sólo para nuestra cultura, sino también para lectores de otras latitudes, donde ha sido comparado con otros famosos narradores latinoamericanos como Jorge Luis Borges.
En otro ensayo, da cuenta de los poetas preferidos de Arreola: Pablo Neruda, Enrique González Martínez, Carlos Pellicer y, por supuesto, Ramón López Velarde quien ocupa un lugar especial entre los favoritos del creador de Confabulario. Sin embargo, cuando se trata de la poesía vanguardista, como la del chileno Vicente Huidobro y del peruano César Vallejo, siente cierta aversión; igual sucede con la escritura de Octavio Paz. Arreola señala: “Octavio Paz es un poeta frío, no tiene inspiración. Le creyó a Paul Valéry que basta con la inteligencia para hacer poesía. La diferencia está en que Valéry aplicó la inteligencia a la inspiración”. Otro capítulo que destaca es el curioso apartado “Juan José Arreola el enólogo”, donde el investigador nos muestra y el conocimiento que el autor de La Feria poseyó desde su juventud de los buenos vinos.
La recepción… es, pues, una breve muestra del universo de Arreola. Resulta asimismo placentero conocer las lecturas que realizó en su juventud y posteriormente sirvieron como base para la edificación de sus obras maestras.

"Nostalgias", poemario de Berónica Palacios Rojas. Reseña publicado en el periódico "El Heraldo", de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, el viernes 9 de julio de 2004



La poesía en Jalisco, durante el siglo xx, fue, sin lugar a dudas, un terreno cultivado y dominado por los homnres (1). Durante este periodo destacan: Raúl Bañuelos, Ricardo Castillo, Jorge Esquinca, Ernesto Flores, Elías Nandino, Adalberto Navarro Sánchez, Miguel Rodríguez Puga y Ricardo Yáñez, entre muchos otros. También, por supuesto, hubo escritoras que incursionaron, algunas con más exito que otras, en este género. Resaltan: Paula Alcocerm Eva Guerra, Maria Luisa Hidalgo, Rebeca Uribe, Olivia Zúñiga, y, más recietemente, María Luisa Burillo, Lavinia Cuevas, Patricia Medina, Hilda Morán y Guadalupe Morfín, entre otras.
A finales de la década de los noventa del siglo pasado en Guadalajara, y a principios de ésta, el panorama, al menos en apariencia, empieza a transformarse pausadamente. Una nueva generación de poetisas de la localidad comienza a surgir y a participar activamente en lecturas de poemas, presentaciones de libros, suplementos culturales y revistas literarias (2), y además, logran, en algunos casos, publicar en editoriales de la ciudad de México (3). Los nombres: Guadalupe Ángeles, Luz Balam, Silvia Eugenia Castillero, Adriana Díaz Encisco, Rosalva García Coral, Carla Gómez Jones, Mónica Nepote, Érika Ramírez Diez, Karla Sandomingo, Laura Solorzano, Patricia Velasco y Carmen Villoro.
Existen ciertos vínculos temáticos entre los trabajos de algunas de las poetisas de Guadalajara. Caso concreto es el de Berónica Palacios Rojas (Chapala, 1973), cuyos poemas tienen cierta afinidad temática con los textos de escritoras como Patricia Medina y Lavinia Cuevas. Respecto a esta última poetisa, Wolfgang Vogt expresa: "Muchos de los versos están llenos de dulzura modernista, pero cuando empieza hablar de problemas de la mujer como la menstruación, su lenguaje se vuelve más personal, genuino y creativo"(4).
Berónica Palacios Rojas, egresada de la licenciatura en letras hispánicas de la Universidad de Guadalajara, publicó, en edición de autor, en 2003, su primer plaquette de poemas Nostalgias, y posteriormente, ese mismo año, Herencias, también en edición de autor. Anteriormente, sus creaciones habían aparecido en el suplemento cultural del periódico El Informador y en revistas como La llama ardiente, Arsbélico, Humanidades, Humanidades (del CUCSH), La llama ardiente, Orfeo, Rémora y Reverso, entre otras.
Nostalgias, de a penas catorce páginas, contiene poemas de tono feminista y desenfadado. Sus tópicos son: el erotismo, el desamor y la soledad, principalmente. Su lenguaje podemos emparentarlo incluso con el de algunos poetas locales como: Raúl Bañuelos, Ricardo Castillo, Pedro Goché, Gustavo Adlofo Hernández (Pato), Ricardo Yáñez y Alejandro Zapa, por ejemplo; fenómeno insólito si consideramos que la mayor parte de las poetas de su generación, y no se diga las anteriores, apuestan por una expresión más depurada y delicada. Por ejemplo, en "Debería pero no", escribe: "Uno debería aprovechar la poesía/para hablar mal de la familia./Ser feminista, burlarse un poco/de Narciso y de Edipo./Destrozar con ironías a los hombres:/El que se quizo pasar de listo". Y en "El dolor", confesa: "Y vivo embriagada de secreciones que siempre florecen./La mera neta,/es que siento piquetes de nostalgias/pero no en el pecho o en el corazón/sino en la panza".

La presencia del erotismo, como ya mencionamos, es una constante en la poesía de Berónica Palacios Rojas. En "Ya no más", expresa: "La oreja no quiere saber de ti./Ya se enfadó de mordiscos y enfadosos suspiros./La mano se cansó de tocar tu pequeña hombría./Y la boca sedienta de tu sexo/ya se asqueó de besar un rostro invisible/de ojos ausentes./Ya no más quiero ver tu sexo/se retira complacido llevándose en la memoria/olores de mis adentros./La lengua sedienta baja por el río de tu cuerpo/quiere beber el agua de tu sexo embriagado de silencio".
Se percibe en los versos de Nostalgias una búsqueda por una reivindicación de la mujer desamparada, víctima de los excesos masculinos y su machismo. Los textos de Berónica Palacios Rojas provienen, seguramente, de la experiencia, por eso su expresión es concreta y, en ocasiones, arriesgada. Predomina lo antisolemne y lo oralidad en sus escritos, debido a su deseo por comunicar con sencillez su mensaje. Berónica Palacios es una escritora que busca desde las entrañas el motivo de su poesía.
Notas:
1. En Flor de poesía en Guadalajara (Ayuntamiento de Guadalajara, 1988) de Jesús Rodríguez Gurrola, aparecen 39 poetas, y nueve son mujeres. En Poesía reciente de Jalisco (Universidad de Guadalajara, 1989), realizado por Raúl Aceves, Raúl Bañuelos y Dante Medina, incluyen 73 escritores, y nueve son mujeres. En Tiro al blanco. Poesía reciente de Guadalajara (Ediciones Arlequín, 1998) de Jorge Orendaín, Felipe Ponce y Alejandro Zapa, incluyen el trabajo de 45 poetas, y ocho son mujeres. En la antología Recuento de poetas (La casa del mago, 2001) de Hermenegildo Olguín Reza, se incluyen 40 escritores, y sólo cuatro son mujeres. 
2. Carmen Villoro y Karla Sandomingo, a partir de agosto de 2002, encabezaron la revista cultural Tragaluz cuyo equipo editorial es exclusivamente femenino. Silvia Eugenia Castillero, poeta reconocida, actualmente dirige la revista literaria Luvina de la Universidad de Guadalajara.
3. Luz Balam es anologada en Ellas, voces y poemas (Artes de México, 1996). Raquel González publicó La noche en el alba (UNAM, 1999), Mónica Nepote y Rosalva García Coral están incluidas en la antología El manantial latente (CONACULTA, 2002), preparada por Ernesto Lumbreras y Hernán Bravo Varela. Silvia Eugenia Castillero editó en la ciudad de México Zooliloquios (CONACULTA, 2003).
4. "La literatura jalisciense desde 1940 hasta nuestros días" en Mosaico jalisciense (Colegio de Jalisco, 1999).

"Letras jaliscienses", artículo publicado en la Gaceta del CUSur, en la edición correspondiente al mes de julio de 2012, sobre el libro "Selecciones literarias y bosquejos bibliográficos de autores jaliscienses", de J. Trinidad Núñez Guzmán


En 2007, con la celebración del 50 aniversario de la Licenciatura en Letras Hispánicas de la Universidad de Guadalajara, se gestó una nueva página de su historia, pues el CUSur se convirtió en el segundo centro universitario en ofrecer esta licenciatura.
Uno de los primeros esfuerzos de esta licenciatura fue la edición del libro Selecciones literarias y bosquejos bibliográficos de autores jaliscienses de J. Trinidad Núñez Guzmán. Vicente Preciado Zacarías, yerno del autor y responsable de difundir este trabajo, señala en la introducción: "Esta obra es un rescate. Un rescate del olvido y la postergación involuntarios. Como un respeto al autor, se publica tal y como la dejó en su escritorio poco antes de morir. Las datas y los datos correspondientes a los autores y sus obras se podrán poner al día por parte de los alumnos como un ejercicio de lectura".
Curiosamente, pareciera que Preciado Zacarías, aun antes de que iniciara la carrera, les estuviera designando a los alumnos una tarea, o mejor dicho: marcándoles un posible camino. Gabriel Zaid, a propósito de este cometido, escribe: "Algunas de las muchas licenciaturas de letras […] deberían orientarse a la formación de curadores de libros para el mundo editorial: preparar ediciones, hacer solapas, catálogos, reseñas, entradas descriptivas para una enciclopedia, preparar índices, bibliografías, catálogos históricos de editoriales antiguas o desaparecidas, ediciones críticas".
Este volumen, además de presentar "fichas bibliográficas que no registran otras antologías", es un antecedente directo del ambicioso Escritores jaliscienses de Sara Velasco, pues ambos nos presentan panoramas amplios del quehacer literario en Jalisco a lo largo de los siglos XIX y XX. Mientras el trabajo de Velasco registra más de 300 escritores, el de Núñez Guzmán alrededor de 100, ya que el autor no pretende: "haber hecho acopio general de autores, pero sí se encontrará la mayoría de los consagrados por la crítica, la opinión de los lectores, los jurados del Premio Jalisco". Según el autor este proyecto nace originalmente como "un libro especial de lectura suplementaria para que fuera utilizado por los alumnos del tercer ciclo de las escuelas primarias, y tal vez, que pudiera ser un auxilio informativo en los grupos de post-primaria que ya ensayan el asomo al arte literario". Sin embargo, este noble propósito se vuelve en algo más trascendental: en una herramienta útil, al igual que el trabajo de Velasco, para todo aquel interesado (como estudiantes de preparatoria y de letras) en familiarizarse con la obra de escritores con mayor renombre de la entidad.
El autor de Selecciones literarias y bosquejos bibliográficos de autores jaliscienses nació en La Estanzuela, Zacatecas, en 1905. Estudió en la Escuela Normal de Jalisco, en donde se desempeñó como catedrático. Obtuvo el Premio Jalisco en 1965. Algunas de sus obras son: Tierra escondida (1935), Mi infancia en la revolución (1958), Cuando el padre de la patria estuvo en Jalisco (1960), Bibliografía de don Manuel López Cotilla (1965) e Historia de la educación en Jalisco (1994), entre otras. Núñez Guzmán muere en Guadalajara, en 1970.
Debido a la falta de espacio no citaremos aquí todos los autores incluidos en la presente antología, pero sí mencionaremos algunos, entre poetas, narradores y ensayistas, propios del sur de nuestro estado. Del siglo XIX encontramos a Refugio Barragán de Toscano, Arcadio Zúñiga, José Gómez Ugarte, Salvador Escudero y Basilio Vadillo. Del XX hallamos, entre otros, a Guillermo Jiménez, Manuel J. Aguirre, Raúl Quintero, Ma. Natividad González Torres, Cipriano Campos Alatorre, Carlos Enrique Villaseñor, María Cristina Pérez Vizcaíno y Roberto Espinoza Guzmán, junto a otros cuyos nombres están escritos en letras de oro dentro de la historia de la literatura mexicana, como Juan José Arreola, José Luis Martínez y Juan Rulfo.
En síntesis, Selecciones literarias y bosquejos bibliográficos de autores jaliscienses es una invitación a reencontrarse con los clásicos de las letras jaliscienses, o bien a hacer ese primer contacto, en cualquiera de los casos este libro resulta, sin duda, un acierto editorial del el CUSur.